Prueba Volkswagen Passat Variant 2.0 TDI 150 CV DSG R-Line: tremendo espacio, bajo consumo

La novena generación del Volkswagen Passat ya está aquí. Hablamos de uno de los modelos más exitosos del mundo. Lleva más de 50 años de historia en el mercado y más de 30 millones de unidades vendidas. Hoy nos ponemos al volante de una de las versiones más demandadas de la gama, el Volkswagen Passat Variant 2.0 TDI 150 CV DSG.

El nuevo modelo está desarrollado sobre la plataforma MQB Evo. Se fabrica en la planta de Bratislava, junto al nuevo Škoda Superb. Como ya sabrás y, a diferencia de este, el Passat solo se ofrece en carrocería familiar Variant. Desaparece, por lo tanto, el modelo sedán, que sí está disponible en el Superb. Tiene un nuevo diseño y muchas innovaciones.

Como señalan los chicos de Wolfsburgo, se le ha dado gran importancia a la comodidad de conducción y a la seguridad, con un equipamiento ampliado y un ambiente premium. Puedes comprarlo con mecánicas de gasolina micro híbridas, diésel e híbridas enchufables. Lo que no verás es un Passat eléctrico, para eso está el nuevo Volkswagen ID.7.

Algunas alternativas generalistas al Passat son los Peugeot 508 SW, Škoda Octavia Combi, Škoda Superb Combi, Toyota Corolla Touring Sports y Citroën C5X. Entre los premium, tenemos los Audi A6 y Audi A4 Avant, los BMW Serie 3 y Serie 5 Touring y los Mercedes-Benz Clase C y Clase E Estate. Por precio, está entre los generalistas y los premium.

Diseño exterior

Como ocurre en el Volkswagen Tiguan, el diseño del nuevo Passat toma como inspiración la gama ID del fabricante. Es decir, adopta una estética de líneas más redondeadas. Si bien el diseño varía sensiblemente en función de la versión, destaca en los R-Line una nueva barra de luces LED que se extiende a lo largo del frontal.

Une, junto con una parrilla en negro, los renovados faros LED. Dependiendo del acabado, estos pueden contar de serie u opcionalmente con tecnología HD Matrix LED. En el extremo inferior tenemos una parrilla completamente nueva con entradas de aire a los lados. En el extremo opuesto, el marcado capó da paso a una amplia luna delantera que favorece la visibilidad.

El acabado R-Line suma al conjunto algunos detalles más deportivos. Es el caso del paragolpes delantero, más afilado. La toma de aire inferior ocupa todo el ancho del vehículo y añade un discreto splitter. En la superior, tenemos el logotipo ‘R’. Opcionalmente también podemos equipar este paquete negro exterior, que sustituye los cromados.

En la vista lateral, los espejos retrovisores cuentan con accionamiento eléctrico, son calefactables e incorporan los intermitentes en este acabado. También tenemos nuevos diseños de llantas con tamaños de entre 16 y 19 pulgadas. En este caso, van calzadas con neumáticos airstop GoodYear Eagle F1 en dimensiones 235/40 R19 96W en ambos ejes.

El Passat conserva su presencia general y familiar, ayudado por sus dimensiones. Crece en 144 mm hasta los 4,92 metros. También aumentan la altura en 7 mm hasta los 1,52 metros y la anchura 20 mm a 1,85 metros. La batalla crece 50 mm hasta los 2.837 mm. La zona acristalada cuenta con unas dimensiones generosas y las lunas traseras pueden ir tintadas.

El coeficiente aerodinámico Cx se reduce a 0,25.

Es fácilmente apreciable una postura más dinámica gracias a los nervios laterales, que envían la fuerza visual hacia la zaga. Como en el frontal, en la parte posterior podemos equipar una barra de luces LED que se extiende por todo el ancho del modelo. Se ofrece según acabado. Une los renovados pilotos LED. También se renueva el paragolpes.

En conjunto, Volkswagen le ha dado a la parte trasera una mayor horizontalidad. Ahora el Passat parece más asentado sobre el asfalto. A nivel estético, destaca el marcado alerón sobre la luna trasera, que integra la tercera luz de freno. Dos aletines en negro, a juego con la antena de tipo aleta de tiburón, rematan el conjunto.

Sobre el techo, también encontramos carriles longitudinales (plata o negro) y, opcionalmente, un techo corredizo eléctrico panorámico. Hay disponibles ocho colores exteriores con diversos acabados: sólido, perlado y metalizado. En R-Line el techo puede ir en negro. Los tonos son clásicos. En este caso vemos el Rojo Chilli metalizado.

Diseño interior

El interior del Passat se ha renovado por completo, adoptando un diseño en la línea de los productos ID. de la marca. Como es habitual en el segmento, las pantallas son las protagonistas. También el tedioso negro brillante, muy sensible a los arañazos y la suciedad. Si bien la firma ha abusado de él, es cierto que en el Tiguan está aún más presente.

En términos de diseño, el minimalismo está muy presente, con una desaparición prácticamente total de botones. Apenas tenemos los elevalunas, la botonería del volante -que ya no es táctil- y el botón de arranque en la consola central. A nivel de calidad, Volkswagen señala que ha mejorado, haciendo gala de un mayor empaque en conjunto.

Encontramos múltiples superficies acolchadas, con una gran sensación tecnológica. Pero ojo, también encontramos una abundante presencia de plásticos rígidos. Eso sí, lucen buen aspecto y presentan unos ajustes correctos. En cualquier caso, combinados con el negro brillante, podrían no terminar de convencer a algunos usuarios por el precio final.

Personalmente, creo que algunos elementos podrían haberse cuidado más dada la factura final. Eso sí, hay detalles de calidad, como la base de los huecos de las puertas forrada. Además, crece notablemente la dotación, sobre todo en seguridad y tecnología. Todo el protagonismo lo asume la nueva pantalla de 12,9 pulgadas ubicada en el salpicadero.

En opción, puede alcanzar las 15 pulgadas y, en ambos casos, equipa el software MIB4. Se trata de un sistema de mucha calidad que puede recibir actualizaciones inalámbricas, tiene sensores de proximidad, control gestual y por voz con integración de ChatGPT; ofrece una amplia conectividad e incluye Android Auto y Apple CarPlay (inalámbrico).

No solo es más intuitivo, sino que también se han mejorado los gráficos, la fluidez y la sensibilidad y respuesta a nuestras órdenes. Las funciones esenciales del climatizador trizona y los ajustes de volumen se han dejado fuera y son retroiluminados. Un poco más abajo, en las rediseñadas salidas de ventilación, están los intermitentes de emergencia.

Únicamente nos parece mejorable la calidad de la cámara de marcha atrás.

Ya en la consola central tenemos un hueco portaobjetos con cortinilla en el que encontramos las tomas USB-C y la base de carga inalámbrica para el smartphone. En una posición más retrasada quedan los posavasos y el reposabrazos central. Este es deslizable y ajustable en altura, escondiendo debajo una generosa guantera.

A ambos lados tenemos unos cómodos asientos ergoActive con un mullido equilibrado y un agarre adecuado. En función del equipamiento pueden contar con masaje, ajuste eléctrico y lumbar, calefacción y ventilación. En las versiones con orientación más deportiva hay unos asientos con los resposacabezas integrados en los respaldos.

Los cinturones delanteros, por su parte, tienen regulación en altura; mientras que las manos se posan sobre un volante de cuero, que puede estar calefactado. Tras él tenemos la instrumentación digital de 10,25 pulgadas. Es de serie y personalizable en varias vistas. La información que permite visualizar es abundante, pero no mayor que en la de su predecesor.

Sus gráficos son muy buenos, aunque en conjunto no hay un gran salto evolutivo, porque el sistema ya era excelente. También podemos equipar un Head-Up Display de buen tamaño y calidad en algunas versiones. Como gran novedad, la palanca del cambio pasa ahora a la columna de dirección, a fin de dejar la consola más despejada.

Respecto a la habitabilidad, el acceso a las plazas traseras es muy bueno por ángulo de apertura de las puertas y altura del techo. En la segunda fila, el espacio para las piernas destaca especialmente y la altura al techo resulta buena para personas de gran altura. Algo peor es la anchura, aunque sigue sobresaliendo en el segmento.

A diferencia de otros modelos, la plaza central es medianamente cómoda, aunque presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central. Cuatro adultos viajarán con gran sensación de espacio y cinco, algo más justos. Detrás hay salidas de ventilación y regulador de temperatura.

Tampoco faltan las tomas USB-C, huecos en los respaldos delanteros y cortinillas enrollables en las ventanas. En suma, ofrece más espacio interior y un maletero de 690 litros (510 litros eHybrid). Es, junto al Superb, el familiar con más espacio de carga. Abatiendo los asientos -60:40- el volumen asciende a 1.920 litros, quedando totalmente plano.

El aspecto del maletero está bien cuidado y es fácil plegar y desplegar los asientos sin apenas esfuerzos. Cuenta con correcta iluminación, un pequeño doble fondo compartimentado, una toma de 12V, enchufe opcional de 230V, varios ganchos, argollas y perchas. Las formas son regulares y el portón eléctrico deja una boca de carga muy amplia.

Además, el piso del maletero se puede colocar a dos alturas y hay varios accesorios disponibles, como redes de sujeción. En opción, podemos equipar rueda de repuesto de emergencia, aunque cuenta con neumáticos AirStop. Por último, señalar que el borde de carga queda situado a 630 mm del suelo.

Motorización Volkswagen Passat 2.0 TDI 150 CV DSG

La oferta mecánica contempla opciones turbodiésel (TDI), gasolina turboalimentadas microhíbridas (eTSI) y sistemas híbridos enchufables (eHybrid). La autonomía eléctrica de los nuevos propulsores híbridos enchufables se ha incrementado hasta 133 km según versión. Además, la carga de CA es más rápida y se ofrece carga en CC.

Combinando una batería de 19,7 kWh y un motor de gasolina de 1.5 litros, los híbridos enchufables desarrollan 204 CV (150 kW) y 272 CV ​​(200 kW). Entre los gasolina tenemos, por ahora, solo un motor 1.5 eTSI micro híbrido con 150 CV (110 kW). Más adelante quizá llegue el 2.0 TSI 4Motion que eroga 204 CV (150 kW), como en el Tiguan.

Ponen la guinda del pastel los tres 2.0 TDI con 122 CV (90 kW), 150 CV (110 kW) y 193 CV (142 kW). Las mecánicas eTSI y TDI van asociadas a una DSG con siete velocidades; y de seis relaciones en los eHybrid. La palanca ahora va montada en la columna de dirección. La tracción total queda reservada al 2.0 TDI más potente.

El motor 2.0 TDI de 150 CV es, en mi opinión, la mecánica más acertada por precio-prestaciones-consumos. Resulta ideal para quienes viajan frecuentemente. Es una pena que no sea MHEV. Equipa un bloque de hierro y aluminio con 1.968 cm3, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler.

Desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) entre 3.000 y 4.200 rpm. Está asociado a un par máximo de 360 Nm a partir de las 1.600 rpm y hasta las 2.750 rpm. Es un rango amplio de revoluciones y, además, ofrece un tirón correcto desde bajas vueltas. Me ha gustado su entrega de potencia progresiva y la elasticidad de la que hace gala asociado al DSG.

No hablamos de un motor prestacional, pero sí equilibrado. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y alcanza una velocidad punta de 223 km/h. La recuperación de 80 a 120 km/h le lleva 6,8 segundos. Son números muy parejos a los que ofrece el 1.5 TSI de 150 CV, pero con menor consumo. Sí podría mejorar su rumorosidad, aunque el habitáculo está bien aislado.

Esta versión es más que adecuada para un uso racional y polivalente del vehículo. Incluso para viajar en familia con el maletero lleno de bultos, con la ventaja añadida que supone no tener que jugar con el cambio de marchas. Es un motor capaz de sorprenderte gratamente y, a 120 km/h, el motor gira a 1.800 rpm en 7ª velocidad.

Adicionalmente y, con el DCC Pro, el selector de modos de conducción permite elegir entre cuatro opciones que modifican diversos parámetros del vehículo: ComfortSportEcoIndividual. El salto entre ellos no es especialmente notable con esta potencia. Sí cabe destacar que, en algunos modos, contamos con un modo de avance por inercia.

Volkswagen declara un consumo combinado de 5,2 l/100 km en WLTP. Durante la semana de pruebas hemos obtenido una media de 6,1 l/100 km. En ciudad rondamos los 7,5 l/100 km; mientras que en autopista puedes rodar sobre los 5,5 l/100 km siendo cuidadoso. El depósito de gasóleo es de 66 litros. Los eHybrid tienen un depósito inferior, 45 litros de gasolina.

Respecto al cambio DSG, este nos ofrece una rapidez notable y unos cambios de marcha imperceptibles, salvo a baja velocidad, que a veces es un poco brusco. En una conducción tranquila, sube de marcha en el entorno de las 1.800 rpm. Se puede utilizar manualmente solo con las levas ubicadas tras el volante y tiene una posición ‘S’.

Version 2.0 TDI R-Line - 4 cilindros en línea
Cilindrada 1.968 cm³
Potencia 150 CV (110 kW) @ 3.000 - 4.200 rpm
Par 360 Nm @ 1.600 - 2.750 rpm
Peso 1.678 kg
Dimensiones Lar/An/Al mm 4.917 / 1.849 / 1.521 mm
Volumen Maletero 690 (1.920) litros
Aceleración 0 a 100 km/h 9,3 segundos
Recuperación 80 a 120 km/h 6,8 segundos
Velocidad máxima 223 km/h
Consumo homologado 5,2 / 7,3 - 5,2 - 4,4 - 5 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta)
Emisiones CO2 por km 136 g/km (Euro 6)
Pegatina de la DGT C
Precio de partida 52.965 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras)

Comportamiento Volkswagen Passat 2.0 TDI 150 CV DSG

Lo que no se ve en un primer vistazo, también recibe novedades, como el nuevo DCC Pro y la integración del Vehicle Dynamics Manager. En conjunto, numerosas medidas individuales mejoran el tren de rodaje del nuevo Passat. Por ejemplo, hay una mayor rigidez de la inclinación y una mayor fuerza de dirección lateral del eje trasero de cuatro brazos.

Esto se traduce en una mayor estabilidad del eje trasero y, por lo tanto, en una mayor seguridad de conducción. A ello se suma una nueva configuración de dirección electromecánica, barras estabilizadoras modificadas y amortiguadores, así como adaptaciones para diferentes llantas. La relación de dirección más directa y la mayor distancia entre ejes rematan la dinámica.

Y en la práctica, ¿esto en que se traduce? En que la conducción del Passat guarda un mayor equilibrio entre confort y agilidad. En otras palabras, muestra el rodar y el aplomo de una berlina de calidad, pero en tramos de curvas no se siente tan largo y pesado como en realidad es. Básicamente, el equilibrio y la neutralidad son sus puntos fuertes.

Hay rivales que le superan en agilidad o en confort, pero en conjunto nos deja muy buen sabor de boca y ha ganado en todos los aspectos. En ciudad, la visibilidad es correcta en todos los ángulos, solo algo peor hacia el tres cuartos trasero. Además, se puede equipar con mucha tecnología para ayudarnos con las maniobras.

Su diámetro de giro entre paredes es amplio, de 12 metros. A la hora de enlazar curvas, el Passat responde con cierto brío y unos cambios de apoyo naturales. Es muy eficaz por la firmeza de las suspensiones, que apenas permiten balanceo. Está claramente enfocado a brindar seguridad y confianza al volante, como buen familiar que es.

Si bien en tramos de curvas no es un coche de rodar destacable, sí brilla el trabajo de los ingenieros en los largos viajes. La calidad de rodadura, el aislamiento del habitáculo y la sensación de aplomo son muy buenos. Mejora con respecto al anterior también en ruido de rodadura y aerodinámico, aunque no llega a un nivel de premium.

Es importante tener en cuenta a la hora de elegir el acabado que los R-Line no tienen un ajuste más firme, salvo que equipemos la suspensión deportiva. Por lo tanto, no hay que renunciar al confort para poder disfrutar de su estética más atractiva. Lo que sí me parece altamente recomendable es el nuevo DCC Pro con amortiguadores de dos válvulas.

Hace del Pssat aún más coche. Este sistema reacciona continuamente en cada rueda a la superficie de la carretera y a la situación de conducción. Tiene en cuenta parámetros como las maniobras de dirección, frenado y aceleración. También podemos hacerlo manualmente con los diferentes modos de conducción de los que hemos hablado en el apartado anterior.

Cada uno de los nuevos amortiguadores adaptativos está equipado con dos válvulas, una de las cuales controla la amortiguación durante la compresión; mientras que la otra ajusta la amortiguación durante el rebote. Estas válvulas funcionan de forma independiente, lo que permite que el sistema absorba impactos y golpes y, al mismo tiempo, reduce la inclinación de la carrocería en las curvas.

El Vehicle Dynamics Manager también forma parte del equipo estándar. Este sistema controla las funciones de los bloqueos de diferencial electrónicos (XDS) y los componentes de dinámica lateral de los amortiguadores. Gracias a él, la conducción se hace más neutral, estable, ágil y precisa mediante intervenciones de freno y el ajuste selectivo de la dureza de los amortiguadores.

Para el equipo de frenos, el Passat monta discos ventilados en el eje delantero y discos macizos en el trasero. De ellos no hay nada que destacar, pues su tacto, eficacia y resistencia son correctos para el uso habitual del vehículo. Sí que es cierto que, en los híbridos enchufables, la frenada regenerativa requiere de un breve período de adaptación.

En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, no faltan el «Travel Assist», control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, asistente de colisión frontal con detección de vehículos, peatones y asistente de esquiva; alerta de tráfico cruzado trasero y el nuevo aparcamiento automatizado (Park Assist Pro) con manejo desde el smartphone, entre otros.

Equipamiento y precio

Los niveles de acabado se denominan Base, Business y R-Line. Desde el modelo de acceso ya encontramos de serie elementos como faros LED, control de crucero adaptativo, lector de señales, alerta y asistente de carril, detector de fatiga y peatones, freno de mano eléctrico, sensores de aparcamiento, sensor de lluvia, cámara de visión trasera…

También de serie son el climatizador automático, cuatro elevalunas y espejos eléctricos, arranque por botón, instrumentación digital configurable de 10,25 pulgadas, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, sistema multimedia con pantalla táctil de 12,9 pulgadas, radio DAB, Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, bluetooth, USB-C y radio DAB, entre otros.

El acabado Business suma a lo anterior interesantes elementos como la navegación, sistema de aparcamiento asistido «Park Assist» con ayuda de aparcamiento, asistente de voz «IDA» y amplificador electrónico de voz, asientos ergoActive delanteros con función de masaje, Side Assist Plus y climatizador «Air Care Climatronic» de tres zonas.

En el más completo R-Line destacan el paquete deportivo exterior, faros IQ.LIGHT Matrix LED con luz de curva e intermitentes dinámicos, Dynamic Light Assist, llantas de aleacion ligera de 18 pulgadas en color negro, asientos delanteros deportivos con regulación térmica, portón del maletero eléctrico y volante deportivo calefactable con levas de cambio.

Los precios recomendados para la gama del Volkswagen Passat 2024 sin descuentos ni promociones arrancan en 44.875 euros para el 2.0 TDI de 122 CV base. El tope de gama es el Passat Variant eHybrid R-Line, que parte de 63.320 euros sin descuentos ni promociones. Un 2.0 TDI 150 CV DSG R-Line como el de la prueba parte de los 52.965 euros.

Diseño/Estética

8.5

Calidad de acabado

8.2

Equipamiento de serie

8

Equipamiento opcional

8

Habitabilidad

9

Maletero

9.5

Motor/Refinamiento

7.5

Prestaciones

7.6

Consumos

9

Transmisión

8

Dirección

8

Frenos y neumáticos

8.5

Comportamiento

8.5

Calidad de rodadura

8

Relación valor-precio

7.6

8.3

Notable+

Van nada menos que nueve generaciones del Volkswagen Passat y la nueva entrega llega más completa que nunca. Solo disponible con carrocería familiar Variant, cambia su diseño, aumenta la dotación y se amplían las innovaciones tecnológicas del modelo. Disponible en gasolina MHEV, diésel e híbrido enchufable, tiene un precio de partida que se ubica entre los generalistas y los ‘premium’.

Lo bueno

  • Amplia oferta mecánica con opciones para todos los gustos y necesidades.
  • Completo equipamiento de serie y mucha tecnología.
  • Habitabilidad en las plazas traseras con un amplio y polivalente maletero.
  • Consumos.
  • Equilibrio entre confort, calidad de rodadura y agilidad.

Lo mejorable

  • Precio más elevado que sus rivales generalistas.
  • Uso del negro brillante y algunos elementos mejorables en el interior.
  • Pequeñas lagunas en la dotación de serie.
  • Mecánicas diésel sin micro hibridación.
  • Excesiva ausencia de botones. Tanta digitalización requiere de cierto período de adaptación para algunos usuarios.

Galería de imágenes Volkswagen Passat 2.0 TDI 150 CV DSG

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